En 1962 la familia Jurado montó su primera churrería en Barcelona, ​​y con ella implantó un oficio y una tradición en su familia, que ha pasado de pares a hijos. Pelayo Jurado representa a una de estas generaciones, que con tan sólo 15 años se inició como aprendiz hasta ser, hoy, un gran maestro churrero, al frente de la Xurreria Sant Andreu, abierta en el barrio de Sant Andreu en 2013.

Han pasado los años, aunque ahora todo es distinto, hay cosas que no cambien… nuestros productos son como siempre, de calidad.

Aceite de oliva virgen, harina de trigo y churreras de acero. Que hacen posible una elaboración artesanal para saborear la excelencia y la sencillez de nuestros churros, buscando siempre la satisfacción del cliente, nuestra principal arma publicitaria.